Noticias desde Colombia arrojan luz sobre un movimiento de reducción del azúcar que ya está en marcha

El panorama mundial del consumo de alimentos está experimentando un cambio significativo con la introducción de impuestos sobre el azúcar en más de 120 países. El objetivo principal de estas iniciativas es orientar a los consumidores hacia estilos de vida más saludables, reduciendo la ingesta de alimentos y bebidas cargados de azúcar. Países como Colombia y Estados Unidos han defendido estos impuestos, que no sólo conciencian al público sobre el contenido de azúcar, sino que también contribuyen a mejorar la salud pública.

El Audaz Paso de Colombia

Recientemente, el gobierno colombiano anunció la implementación de un impuesto saludable del 10% sobre las bebidas azucaradas y la comida chatarra, a partir del 1 de noviembre de 2023. Este impuesto aumentará al 15% en 2024 y al 20% en 2025. El impuesto saludable se aplica a productos como: bebidas gaseosas, bebidas de malta, té, café, zumos de frutas, bebidas energéticas, bebidas deportivas y alimentos que contengan sodio, incluidos embutidos, dulces, chocolate, pasta, cereales, productos de panadería y repostería, y salsas. La cuantía del impuesto varía en función del contenido de los ingredientes, correspondiendo diferentes niveles a distintos tramos fiscales.

Tendencias del Impuesto al Azúcar en Estados Unidos

Alrededor de 30 estados de Estados Unidos han promulgado leyes para gravar las bebidas azucaradas. Berkeley, en California, fue la primera ciudad en imponer un impuesto de este tipo en 2015, seguida por varias otras como San Francisco, Oakland, Seattle, Filadelfia y el estado de Colorado.

Los estudios han demostrado que estos impuestos reducen eficazmente el consumo de bebidas azucaradas. Una investigación adicional de la Universidad de Illinois en Chicago sugiere que el impuesto a las bebidas azucaradas de Seattle, implementado en 2018, ha reducido con éxito en un 23% las ventas de las bebidas azucaradas gravadas, lo cual resalta la sostenibilidad de tales políticas.

Según una comparación de datos de Nielsen sobre el impuesto al azúcar en Filadelfia, un estudio encontró que:

“Existe una significativa relación dosis-respuesta entre la cuantía del impuesto y el impacto. Un impuesto general de 1 céntimo por onza o más se asocia con una mayor reducción en la compra de las bebidas en las categorías objetivo de autoridades sanitarias y defensores de la salud pública, es decir, refrescos y bebidas de frutas, al tiempo que incentiva la compra de agua embotellada como sustituto”.

El estudio también detectó que el efecto del impuesto tenía escasa relación con los ingresos, lo que valida la idea de que los impuestos sobre el azúcar reducen el consumo de azúcar de la población estadounidense en su conjunto, y no solo de aquellos que no pueden permitirse el aumento de los precios.

La Respuesta del Sector de las Bebidas

Anticipándose a los impuestos sobre el azúcar, las empresas de bebidas de todo el mundo han ido reformulando sus productos para reducir el contenido de azúcar. Este cambio hacia opciones “bajas en azúcar” y “sin azúcar” está impulsado por el consenso de que reducir la ingesta de azúcar es sinónimo de salud, y además sigue la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que el azúcar añadido sea inferior al 10% de la ingesta calórica total diaria, y de que podrían obtenerse beneficios adicionales para la salud si se reduce aún más, hasta el 5%.

El Papel de los Edulcorantes Naturales

En el marco de este objetivo de reducir el azúcar, los edulcorantes naturales y los sustitutos del azúcar han ganado popularidad. Coca-Cola, por ejemplo, lanzó su primera bebida totalmente endulzada con stevia en 2018. Sin embargo, superar el “regusto amargo” inherente a la estevia sigue siendo un desafío para los fabricantes.

Además, el coste es una preocupación que a menudo surge al considerar los edulcorantes naturales. A pesar de que los costes mejoran constantemente y de que en ocasiones pueden ser más favorables que los del azúcar, los edulcorantes naturales pueden percibirse erróneamente como un lujo caro e inasequible.

La Estevia, a la Cabeza

En el variado mercado de edulcorantes naturales y sustitutos del azúcar, la estevia se ha erigido en líder del movimiento hacia opciones edulcorantes más saludables. Otros edulcorantes naturales, como el extracto de fruta del monje y la alulosa también tienen su cuota de mercado, pero la stevia destaca en popularidad debido a su origen natural y a la percepción de sus beneficios para la salud. Derivada de las hojas de la planta stevia rebaudiana, la stevia ofrece un dulzor sin calorías que es hasta 300 veces más dulce que el azúcar. Como tal, ha ido ganando adeptos entre los consumidores que buscan estilos de vida más saludables, y entre los fabricantes que buscan ingredientes de etiquetado limpio.

Las empresas innovadoras han jugado un papel fundamental a la hora de impulsar el uso de la estevia, superando retos como la optimización del sabor y de los costes. Por ejemplo, HOWTIAN ha mejorado significativamente el rendimiento de los glicósidos de las variedades naturales de estevia, optimizando los procesos de producción y garantizando un suministro estable de estevia comercial, medidas todas ellas que han reducido considerablemente el coste de populares extractos de stevia como el Reb A a lo largo de los años.

Su reciente lanzamiento de la línea SoPure™ Galaxy, una mezcla patentada de edulcorantes optimizada para productos lácteos, ejemplifica el compromiso de la industria con la creación de soluciones de reducción de azúcar que sean rentables, de alta calidad y sabrosas. Esta línea de productos promete cero calorías, cero aditivos, alta solubilidad y una etiqueta limpia, proporcionando una experiencia de sabor y un coste comparable al de los edulcorantes tradicionales, pero en línea con el cambio global hacia dietas más saludables y sostenibles.

Un Futuro Naturalmente Dulce

En el cambiante panorama mundial de concienciación sobre la salud, los impuestos sobre el azúcar se han convertido en una herramienta muy utilizada por los responsables políticos de todo el mundo para frenar el consumo de azúcar y fomentar opciones más saludables. Su existencia no sólo está muy extendida, sino que se está intensificando, lo que indica una clara dirección hacia una mayor ubicuidad y normativas más estrictas.

Esta tendencia se alinea perfectamente con la evolución de las exigencias y preferencias de los consumidores. Los consumidores de hoy en día están más informados y son más conscientes de su salud, y buscan productos que ofrezcan tanto sabor como beneficios nutricionales. Al adoptar de forma proactiva la reformulación y las alternativas al azúcar, las empresas no solo cumplen con la normativa, sino que se sitúan a la vanguardia de un cambio impulsado por los consumidores.

Para quienes actúen con rapidez y eficacia en la implementación de iniciativas de reducción del azúcar, el futuro es efectivamente dulce. Los fabricantes más visionarios serán capaces de hacer frente al nuevo panorama de normativa saludable y, al mismo tiempo, satisfacer los cambiantes gustos y comportamientos de compra de los consumidores.

Dado que los impuestos sobre el azúcar han llegado para quedarse, un enfoque acertado para abordar esta regulación no consiste tanto en jugar a la defensiva como en abrazar esta dulce revolución y prosperar en un futuro en el que la salud y el sabor vayan de la mano.


[1] Colombia aprueba una ambiciosa “ley de comida chatarra” para combatir las enfermedades relacionadas con el estilo de vida (2023) The Guardian.
[2] Debras, C., Chazelas, E., Srour, B., Druesne-Pecollo, N., Esseddik, Y., Edelenyi, F. S. de, Agaësse, C., Sa, A. D., Lutchia, R., Gigandet, S., Huybrechts, I., Julia, C., Kesse-Guyot, E., Allès, B., Andreeva, V. A., Galan, P., Hercberg, S., Deschasaux-Tanguy, M., & Touvier, M. (s.f.). Edulcorantes artificiales y riesgo de cáncer: resultados del estudio de cohorte NutriNet-Santé. PLOS Medicine.
[3] Organización Mundial de la Salud. (s.f.-a). Resultados publicados de la evaluación de peligros y riesgos del aspartamo. Organización Mundial de la Salud.